miércoles, 30 de enero de 2013

Disney University

Hoy hemos tenido que madrugar mucho muchito para que nos recogiesen en bus, un bus que ha llegado casi una hora tarde, y nos llevaran a la Disney University. Está al lado del parque Magic Kingdom, así que hemos podido verlo brevemente (y cuando digo brevemente quiero decir que lo hemos pisado durante menos de diez minutos).
El curso ha tratado de una comedura de cabeza muy bonita sobre la empresa, métodos de trabajo y cosas variadas de ese estilo, aderezado con vídeos que te hacían desear estar aquí para siempre. Pero el momento mágico ha llegado cuando han llamado a la puerta y el propio Mickey Mouse ha entrado en clase para traer nuestras chapitas de identificación, que tendremos que usar a diario a partir de ahora.
La tarde la he pasado de compras con mis amigas y luego cenando juntas en la casa de la más feliz de todas, la que tenía que tocar cada 3 minutos su bolsillo para comprobar que el nuevo iPhone 5 que se acababa de comprar continuaba allí jajaja. La verdad que me ha encantado pasar la tarde con ellas porque hace ya años que no hacía algo así y ha sido genial, además que me he comprado unos tacones dignos de ser abrazados por el mundo entero...

NAMETAG


Os escribo esto desde el bus que me devuelve a casa para ir directa a la cama puesto que mañana hay que estar en pie antesque salga el sol para mi primer día de trabajo en DisneyWorld. Deseadme suerte ¿vale? Ya sabéis que os quiero y echo de menos,

Estela.

martes, 29 de enero de 2013

Welcome to Disney

Tras un viernes de nervios debido a los exámenes y presentaciones finales, llegó un fin de semana de maletas y aeropuertos. Me gustaría mucho haber podido pasarme por aquí antes para compartir la emoción de este viaje con vosotros, pero ha sido difícil sacar un rato para respirar. Aunque lo primero que debo decir es que el esfuerzo ha merecido la pena, puesto que todos estamos aprobados con buenas notas y preparados para empezar a trabajar.

AEROPUERTO



El sábado volvió a ser un viaje largo, de unas cinco horas, más dos en el aeropuerto de Florida tirados por el suelo sin saber muy bien qué hacer. Además, el cambio de hora hizo que al llegar a Orlando estuviese ya amaneciendo, por lo que quienes no habíamos dormido en el avión completamos allí 24 horas despiertos y aún nos quedaba todo el día por delante. La llegada a Disney fue bastante emocionante porque el sitio es precioso (subiré un vídeo para que lo veáis en cuánto pueda) y nos estaban esperando con galletitas, chocolates y otras cosas ricas de comer. Luego nos dividieron por residencias y nos entregaron las llaves de las que serán nuestras casas durante estos seis meses.

Las residencias para el programa internacional de Disney son cuatro: Vista Way, The Commons, Chatham Square y Patterson Court. La mayoría de españoles y belgas han ido a VW, unos pocos estamos en TC y dos en PC. Al principio lo de que me separaran de la mayoría no me hizo mucha gracia, pero rápidamente me di cuenta de la suerte que he tenido: comparto apartamento con una de mis mejores amigas españolas y tenemos una de las casas más grandes y luminosas.
Patri y yo vivimos con otras seis chicas de distintas nacionalidades (México, Italia, Japón, Holanda, Inglaterra)  por lo que podemos practicar inglés cada día, además son asombrosamente limpias y ordenadas. Todas están aquí para el programa de un año, así que ya llevan meses y se conocen los alrededores, son tan majas que se han ofrecido a guiarnos para que conozcamos las zonas para salir y comprar. Vamos, así en resumen, que estoy encantada con mi casa y mis compañeras.


THE COMMONS

The Commons, Orlando


El domingo por la tarde, para completar ya las más de 30 horas sin dormir, nos fuimos de compras. Carros a rebosar que luego tuvimos que llevar en las propias maletas de viaje hasta casa, pero fue digno de vivir los correteos por los pasillos del Walmart buscando cualquier cosa de utilidad para sobrevivir seis meses. Esa noche cogí la cama con más ganas que en toda mi vida.


COMPAÑERAS DE PISO Y DE COMPRAS




El lunes lo dedicamos a organizar nuestra vida aquí, a firmar papeleos y ver vídeos sobre lo que nos espera. Luego por la tarde fuimos a visitar el Outlet, que queda a diez minutos de mi casa por lo que tendré que controlarme mucho, MUCHO.
Y hoy, para mí, ha sido un gran día feliz. Bueno, creo que lo ha sido para todos pero yo llevo desde esta mañana flotando por las nubes, ya que hoy nos han dicho dónde vamos a trabajar. Solo os diré que antes de entrar yo estaba hablando con mis compañeras japonesas diciendo "Yo quiero estar en un parque, me da igual cuál. Eso sí, si pudiese elegir por supuesto sería Fantasyland". No tengo ni que decir que se me saltaban las lágrimas de felicidad cuando cinco minutos después me daban el papel donde ponía que el jueves empiezo en una de las tiendas de Fantasyland, la zona nueva de Magic Kingdom.


MI NUEVO LUGAR DE TRABAJO



Así que hoy ha sido un día genial, pero también bastante largo (aunque supongo que nada comparado con lo que nos espera). Mi plan es seguir poco a poco con esto, lo de los vídeos lo veo más difícil a no ser que cambie el método de hacerlos, así que de momento se queda aparcado. Pero a todos los que vayáis leyendo, que sepáis que esto es genial y estoy muy feliz aquí. Espero que a vosotros todo os vaya bien, sabéis que os quiero y os echo de menos,

Estela.


jueves, 24 de enero de 2013

Días de lluvia

El blog de hoy va a empezar con una historia muy bonita, que sé que os va a gustar a todos:

Esto era un grupo de estudiantes que habían viajado muy lejos de sus casas para prepararse un futuro mejor, con grandes experiencias y manejo de otros idiomas. El curso consistía en acudir a clases de 8 horas diarias durante dos semanas y preparar para el último día de todos una presentación grupal que habría que mostrar ante el resto de alumnos. Las clases se iban pasando más o menos divertidas, y el trabajo les dejaba tiempo libre para salir a conocer la zona y también viajar a lugares cercanos. Pero el día de la presentación final se iba acercando, hasta que llegó el momento de tenerlo ya todo preparado porque al día siguiente había que hacer el ensayo delante de los profesores. Todos prepararon sus trajes la noche anterior y se quedaron hasta tarde memorizando y ultimando los detalles de su trabajo. Una de las chicas del grupo había cogido un resfriado infernal un par de días antes y apenas ya podía mantener los ojitos abiertos. Pero al fin llegó el día, y con los nervios propios del momento bajaron a desayunar los primeros en exponer mientras que otros aprovechaban parar alargar sus horas de sueño o repasar lo ya ensayado mil veces. Y fue en este momento, y no en otro, cuando comenzó a sonar un horrible ruido por toda la residencia. Era la alarma de incendios. Así que con nuestros trajes, tacones, portátiles, pijamas, pies descalzos, desayunos en la mano... hemos tenido que salir a la calle bajo una agradable lluvia (nótese la ironía) a resguardarnos bajo un árbol que no resguardaba nada. Y todo ¿para qué? PARA NADA, porque era un simulacro que no han tenido mejor día para hacer que el penúltimo que pasamos aquí y antes de las presentaciones grupales. La chica que ya de por sí estaba enferma no quiere ni pensar cómo estará mañana, así que se ha tomado su medicina y se ha subido a su habitación para escribir en su blog bajo las sábanas, de donde no piensa moverse en todo el día.


Espero que os haya gustado mucho, porque yo todavía tengo el pelo mojado. Pero obviando la interesante mañana que hemos tenido, por aquí todo sigue genial. Ayer terminamos las clases y ya solo nos queda estudiar para el examen final de mañana. Sentimientos divididos entre que California es genial y ya nos estamos acostumbrando, pero por otro lado tenemos unas ganas increíbles de volar a Florida y asentarnos de una vez por todas (por lo menos poder deshacer la maleta).
Respecto al  blog sé que no escribo tanto como debería pero es que aquí los días se quedan cortos porque siempre hay algo que hacer o nos vamos a algún sitio y, cuando no, yo me pongo malita y no tengo ganas de pensar.


Parte de la suerte que hemos tenido de estar aquí en estas fechas es que el lunes fue festivo por la celebración del día de Martin Luther King y pudimos aprovechar un fin de semana largo para viajar. Al igual que para visitar Hollywood, alquilamos unos coches y el sábado prontito en la mañana salimos hacia Las Vegas. El viaje en coche fue bastante largo, a través de desiertos con gasolineras cada muchos kilómetros (como en las pelis) pero mereció la pena porque la ciudad es un sitio increíble.

LAS VEGAS



NOCHE EN LAS VEGAS



Cuando el sol se fue y encendieron las luces, la sensación que daba era demasiado emocionante como para describirlo con palabras. Por no hablar de lo trabajado que se tienen cada detalle en los hoteles y espectáculos. La verdad es que nos lo pasamos genial allí y algunos se llevaron una cantidad decente de dinero (yo gané $10 la primera y única vez que probé las tragaperras, así que me quedé muy satisfecha). Al día siguiente pasamos la tarde en un OutLet que de barato no es que tuviera mucho, todo sea dicho, y volvimos a Riverside para no tener que pagar otra noche fuera.


ENCONTRÉ EL AMOR




El lunes volvimos a levantarnos pronto para salir hacia San Diego. El viaje fue bastante más corto y pudimos aparcar en el paseo marítimo, que luego estuvimos recorriendo hasta coger un barquito que nos llevó a Coronado Island, donde pasamos el día en la playa. Aquí fue donde cogí el resfriado de mi vida porque cuando se quitó el sol hacía un frío tremendo e inesperado mientras todos estábamos en ropa de verano (para la próxima hemos prometido aprender la lección). Luego volvimos al centro de San Diego para cenar y ver la ciudad, que es bastante bonita,  y por fin salir hacia casa directos a la cama.


GRUPO EN SAN DIEGO


El resto de la semana se ha basado en ir a clase y preparar el trabajo, hasta el día de hoy que ya os he contado al principio. Durante el viaje en avión del sábado, que es largo, intentaré editar los vídeos del finde para subir uno nuevo a Youtube, porque hacerlos me llevan mucho tiempo y aquí no me sobra. Me despido con fotos de mi grupo de clase, que ha sido el que me ha acompañado durante estas dos semanas, todos y cada uno son geniales, me ha encantado compartir clase con ellos y me han enseñado muchas cosas: las japonesas se hacen el alisado japonés, sus medicinas son casi todas por spray, se pueden dormir en cualquier momento y lugar... ¡¡les encanta el CACHONDEO!!

GRUPO B




CHALLENGE DAY




Os quiero y echo de menos,

Estela.

viernes, 18 de enero de 2013

Primera semana en UCR

Ha pasado una semana desde que dejamos España atrás, aunque parezca que ya llevamos aquí meses. La primera semana de estudios en la Universidad de California de Riverside. Cada día tenemos una misma clase con un profesor durante 8 horas y al día siguiente otra clase con un profe distinto, y la verdad es que todos tienen algo de genial.

Lo más difícil está siendo acostumbrarse a los nuevos horarios ya que el cambio con España nos hace estar todo el día cansados, con la sensación de que es hora de dormir aunque no hayan dado ni las 5 de la tarde. Y por otro lado las comidas, ya que tener que comer a las 12 de la mañana y cenar a las 7 es algo que al principio no mola nada... pero a todo se hace una ¿no?

Las tardes las dedicamos a preparar el trabajo final o simplemente a recorrernos la zona antes de que anochezca porque todo el mundo nos advierte del peligro en las calles cuando se quita el sol. En cambio ayer fue diferente, diferente y especial. Bajamos todo el grupo junto a ver un partido de baloncesto en la uni: Riverside VS LongBeach.
Lo cierto es que apenas entiendo de baloncesto (lo siento, hermanos) pero valió la pena por el simple hecho de vivir el ambiente: con sus animadoras, su banda, el himno americano antes del partido cantado en directo, Scotty (la mascota del equipo) y el empate en los 13 últimos segundos de partido, como no podía ser de otra manera. Animamos a UCR como si fuese nuestra universidad de toda la vida y no perdimos el espíritu a pesar de la derrota final.

SCOTTY



UCR



Y para rematar el fin de la semana, hoy a mi grupo de clase le tocaba excursión. Primeramente ha consistido en que la profe se perdiera de camino y nos hiciese andar 15 minutos dando vueltas, pero una vez nos hemos encontrado la experiencia ha sido magnífica. A pesar de que hacía más de 5 años que no he vuelto a practicar deporte, he sabido mantener el tipo y disfrutar de la mañana de juegos con el grupo, que ha terminado con una guerra de agua de los españoles mientras nuestros compañeros japoneses alucinaban y nos hacían fotos.
Lo cierto es que ha sido el mejor viernes esperado, aunque nuestra tarde libre nos la hemos pasado haciendo el trabajo pero todo ello por una buena causa...

MAÑANA NOS VAMOS A LAS VEGAS

Espero que el próximo blog sea una recopilación de miles de momentos y anécdotas, porque estoy segura de que va a ser un fin de semana inolvidable en un lugar único. Hasta entonces, os mando muchos besos y recuerdos...

Os quiero.

lunes, 14 de enero de 2013

El viaje más largo de mi vida

Aunque parezca ya muy lejano, lo cierto es que no hace más de dos días que estaba en el asiento del avión que me alejaba de mi casa y mi familia, en Madrid, para acercarme a un mundo nuevo y desconocido en los Estados Unidos.

Fue el viaje más largo que he hecho jamás, totalmente agotador. Nueve horas en un avión, dos en el aeropuerto de Chicago corriendo de una punta a otra cargada con dos maletas y luego otras cinco en otro avión. Al llegar a Los Ángeles pensaba que iba a quedarme dormida allí de pie, en medio de todo el gentío que iba y venía. Lo cierto es que los viajes se pasaron entre dar cabezadas, ver películas y rezar por que pasase pronto todo eso. Quizás lo más interesante fue la comida del avión por eso de que nos pudieron canelones de maíz, MAÍZ...

Durante el trayecto en autobús estaba tan agotada que solo quería llegar al hotel para tirarme en la cama, pero la sorpresa llegó cuando de hotel nada de nada... al final estamos en la residencia de la propia Universidad de Riverside, nadie nos hace la cama por las mañanas y tenemos que dejarlo todo limpito (sisiisisisisisisi...).

El domingo todos nos levantamos temprano, debido al cambio de hora ya que seguíamos muertos de cansancio, pero nos pusimos pronto en marcha para organizar el día en Los Ángeles. Y lo cierto es que valió la pena. Alquilamos tres coches y fuimos hasta la playa de Santa Mónica, donde pudimos ver el atardecer en una feria de la orilla y nos hicimos fotos realmente preciosas.

CAR



SANTA MÓNICA



Luego hicimos un interesante viaje hacia Hollywood durante el cual nos perdimos dos de los coches (uno en el que iba yo) y conseguimos orientarnos para llegar a Sunset Avenue. Pudimos pasear sobre las estrellas de la gente famosa y bajar por una escalera/piano en la que se pueden hacer canciones. Lo cierto es que fue un viaje genial, pero terminó de agotarnos del todo y volvimos muertos a la residencia.

HOLLYWOOD



Esta mañana ha sido el primer día de clases, que realmente ha consistido en firmar papelajos en los que delegamos todos nuestros derechos a nuestros queridos americanos y en que nos informen de las reglas. Lo cierto es que de momento todo es bastante guay: el sitio, la gente, las profesoras... aunque tengo la sensación de estar cansada todo el día. Y mejor ni hablemos del horario de las comidas, ya que es un descontrol respecto a España y estamos todo el rato con hambre menos cuando toca comer.


Bueno, este es un resumen de mi primer fin de semana en California. Mi plan es mantener este blog actualizado lo más frecuentemente posible para que mi familia y amigos puedan un poco seguirme la pista desde España ya que es imposible coincidir en horarios para poder hablar con todos.
Por aquí todo fenomenal y espero que sea igual para todos vosotros, os quiero.

Estela.